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"Sigfrido" (Siegfried”)

Es la tercera ópera de la tetralogía "El Anillo del Nibelungo" y fue estrenada en 1876. Es interesante notar que entre los dos primeros actos y el tercero transcurren doce años. Esta obra maestra continúa la saga épica iniciada en "El Oro del Rin" y desarrollada en "La Walkiria", explorando el viaje del héroe titular mientras enfrenta desafíos sobrenaturales y descubre su verdadera identidad en un mundo de dioses, dragones y traiciones.

La trama de "Sigfrido" se centra en el crecimiento y la evolución del joven héroe homónimo, hijo de Siegmund y Sieglinde, quienes murieron trágicamente en la ópera anterior. Criado por el enano Mime, Sigfrido desconoce su linaje y se embarca en una búsqueda para forjar su propio destino.

El primer acto presenta a Sigfrido en la morada de Mime, quien lo ha criado con la esperanza de utilizarlo para recuperar el anillo del Nibelungo. Sin embargo, Sigfrido anhela la libertad y la aventura, y se embarca en una misión para descubrir quién es realmente y qué destino le aguarda. Su encuentro con el dragón Fafner, que custodia el oro y el anillo, desencadena una serie de eventos que cambiarán el curso de la historia.

El segundo acto revela la llegada de Wotan, el dios principal, disfrazado como el Caminante (der Wanderer). Wotan guía a Sigfrido hacia su destino, revelando la verdad sobre su ascendencia y preparándolo para enfrentarse al dragón y reclamar el anillo. En este proceso, Sigfrido forja la espada mágica Nothung, símbolo de su heroísmo y determinación.

El tercer acto presenta el enfrentamiento entre Sigfrido y Fafner, donde el joven héroe demuestra su valentía y destreza al derrotar al dragón y tomar posesión del anillo y el oro, matando también a Mime que pretendía matarlo a él una vez hubiera recuperado el oro y el anillo. Tendido a descansar Sigfrido se lame la sangre del dragón que le quedó en la mano y gracias a esto es capaz de entender lo que el pajarito le narra acerca de una mujer sublime, novia virgen sumida en sueños en lo alto de una roca. El clímax de la ópera llega con el encuentro entre Sigfrido y Brünnhilde, la valquiria desobediente y exiliada por su amor hacia él. Su amor mutuo despierta emociones profundas y poderosas, pero también desencadena una cadena de eventos que sellarán el destino de ambos protagonistas.

La música de "Sigfrido" es una mezcla sublime de grandiosidad épica y emotividad íntima, con leitmotivs que evocan los temas y personajes principales de la historia. Desde los pasajes heroicos hasta los momentos de introspección y pasión, la partitura es un reflejo perfecto del drama wagneriano y una muestra del genio musical del compositor.

"Sigfrido" es una obra maestra que sigue cautivando al público con su poderosa narrativa y su música emocionante. Su exploración de temas como el amor, el destino y el heroísmo lo convierte en un hito en la historia de la ópera, una epopeya que trasciende el tiempo y el espacio para tocar los corazones de quienes se sumergen en su mundo mítico y emocionante.

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