"La Walkiria" (“Die Walküre”)
Es la segunda ópera de la tetralogía "El Anillo del Nibelungo", estrenada en 1870 en forma separada del resto y en 1876 como parte del ciclo completo en Bayreuth.
Esta obra maestra de la ópera alemana continúa la epopeya iniciada en "El Oro del Rin", explorando temas de amor, honor, destino y redención en un mundo de dioses, héroes y mortales. La trama de "La Walkiria" se centra en la historia de Siegmund y Sieglinde, hermanos gemelos separados en la infancia que se reencuentran y se enamoran. Su amor prohibido desafía las leyes divinas y humanas, desencadenando una serie de eventos que sacuden los cimientos del universo wagneriano.
El drama se desarrolla en el hogar de Hunding, el esposo de Sieglinde, donde Siegmund, herido y perseguido, encuentra refugio. Durante una noche tormentosa, Siegmund y Sieglinde se reconocen como hermanos y amantes, desafiando el destino y el poder de los dioses. Sieglinde reconoce que la espada dejada en el árbol por Wotan es para Sigmund, que la extrae y la bautiza Nothung. Ambos cantan apasionadamente su amor mientras el acto termina.
El conflicto central de la ópera surge cuando Wotan, el dios principal, se ve obligado a enfrentar las consecuencias de su propia ambición y engaño. Wotan ha planeado meticulosamente el destino de Siegmund como un instrumento para recuperar el anillo maldito, pero su plan se ve frustrado por su amor paternal hacia su hijo. Frente a un dilema imposible, Wotan encarga a su hija favorita, la valquiria Brünnhilde, que decida el destino de Siegmund en una encrucijada moral desgarradora.
El tercer y último acto se inicia con la célebre "Cabalgata de las Walkirias" y desarrolla el enfrentamiento épico entre Brünnhilde y Wotan, donde el amor y la lealtad se enfrentan al poder y la obligación. Brünnhilde, desobedeciendo las órdenes de su padre, elige proteger a Siegmund y a su amada Sieglinde, desatando la ira de Wotan que la condena a dormir sobre una roca protegida por el fuego sagrado hasta que un héroe que no conozca el miedo traspase las llamas y la libere.
La música de "La Walkiria" es una sinfonía de emociones y pasiones humanas, desde la tormenta inicial hasta los momentos de éxtasis y desesperación. Wagner utiliza leitmotiv poderosos y evocadores para representar a los personajes y los temas, tejiendo una red musical que envuelve al espectador en el drama. "La Walkiria" es una obra maestra que sigue cautivando al público con su drama emocionante, su música sublime y su exploración de los conflictos universales del amor, el poder y la redención. Su legado perdura como uno de los hitos de la ópera alemana, una epopeya que eleva el arte teatral a nuevas alturas de expresión y emoción.
